Neofilia: la adicción por lo nuevo

La neofilia es un problema de conducta que se caracteriza por la obsesión a las innovaciones, es por ello que muchos expertos atribuyen su auge a la época del avance de las comunicaciones y el surgimiento de las nuevas tecnologías. De esta manera, podemos entender que un neófilo es un individuo que se siente inusualmente excitado frente a las novedades. A simple vista parece ser un problema banal o superficial, pero lo cierto es que quienes lo padecen podrían llegar a sufrir daños en la salud mental hasta derivar en severos trastornos psicológicos.

Adicción u Obsesión por lo nuevo, la neofilia

No obstante, la neofilia es una condición relacionada directamente con la psique, que a su vez, se presenta con mayor frecuencia en el campo de la tecnología, donde las innovaciones avanzan con tanta rapidez que cuesta mantenerse actualizado con los últimos dispositivos. Por tanto, entre los principales afectados se encuentran: los hackers, los amantes de la tecnología y aquellos individuos integrantes de subculturas sociales como los geeks, nerds, neonerds, entre otros.

En este sentido, la neofilia ha ganado tanto terreno que las empresas de tecnología han considerado a quienes la padecen como un blanco perfecto, tanto que dichas compañías ponen en marcha estrategias de venta y marketing dirigidas exclusivamente hacia ellos, efecto que logran gracias a los estudios de neuromarketing y de semiología dentro de la construcción de publicidades y promociones.

Sin embargo, el concepto de neofilia también ha sido fuente constante de polémica en el universo de la psicología, puesto que un considerable grupo de expertos afirma que la neofilia no es una patología psicológica y que tampoco es considerada un síndrome, en cambio, aseguran que una “filia” no tiene por qué ser una patología o algo dañino, dicha palabra solo describe la atracción hacia algo en concreto, entendiendo también que algunas filias son socialmente aceptadas y otras no.

Es importante decir que la neofilia no es igual al trastorno obsesivo compulsivo por las compras, puesto que a éste último sí se le considera una patología psicológica proveniente de una adicción, cuyos síntomas, causas y consecuencias se presentan de forma totalmente distinta. 

Respecto a las características de la neofilia, podemos decir que el individuo que la padece se distingue por la osadía que expresa cuando prueba el producto y defiende sus cualidades. Usualmente, los neófilos son aquellos que asesoran a las demás personas en tema de tecnología, se sienten capaces de dar consejos y explicar los atributos del producto.

Luego, podemos decir que un neófilo es extremadamente competitivo y por ello es capaz de pagar grandes sumas de dinero para tener la exclusividad de manipular el producto antes que cualquier persona. A veces ellos están conscientes que próximamente saldrá al mercado la actualización de dicho producto, o una versión más avanzada del mismo, pero a pesar de esto, querrán tenerlo anticipadamente y pagarán grandes sumas de dinero para ello.

Estas personas adoptan productos que representan un marcador social o una tendencia. En su momento, los teléfonos con cámara crearon un fuerte impacto y lograron ser tendencia, lo mismo sucedió con los móviles de pantalla táctil, y hace unos años ocurriría también con el famoso y olvidado blackberry.

Los neófilos se han convertido en líderes de opinión, gurús de la tecnología e individuos excesivamente instruidos con un criterio muy amplio para emitir juicios u opiniones sobre un producto, por ello se han ganado el respeto de las masas y de las propias empresas, quienes les consultan y piden sugerencias para mejorar algunos productos.

Estos individuos tienen tantos seguidores que su opinión frente a un dispositivo podría condicionar su éxito o fracaso en el mercado. Es por ello que las grandes empresas también se preocupan por identificar a estas personas para garantizar la supervivencia de sus productos. En este sentido, muchos expertos aseguran que el neófilo tiene un poder de convencimiento tan grande, que son capaces de atraer a todo tipo de comprador.

Los estudios han demostrado que la mayoría de los neófilos tecnológicos son hombres y tienden a probar los productos de forma anticipada para participar en foros y grupos de opinión, puesto que necesitan conseguir el protagonismo en el tema y para ello buscan información, ellos necesitan conocerlo todo para convertirse en una referencia para las nuevas tendencias.

Y finalmente, estas personas se preocupan por consumir productos que le posicionen económicamente dentro de los grupos sociales para lograr admiración y credibilidad en la opinión. 

Entonces, podemos aseverar que por una parte la neofilia se manifiesta en el miedo que tienen las personas adineradas por no estar al tanto de las últimas invenciones, de modo que sienten la necesidad de ser los primeros en interactuar con los dispositivos más avanzados.

Eventualmente, los afectados pagarán el producto por adelantado para tenerlo en sus manos una vez que lo lancen al mercado, de esta manera se estarían ahorrando el tiempo que invertirían en salir a la calle a comprarlo. La idea es que ellos puedan tener contacto con el producto y logren manipularlo antes que cualquier persona, es por ello también que los más afectados siempre son las personas con basto poder adquisitivo, y aquí conviene señalar el primer tipo de neófilo, aquel que tiene estas características se le conoce como: early adopters o compradores tempranos.

Mientras que otros expertos también sugieren que los neófilos no se sienten obsesionados exclusivamente por los objetos y la tecnología, puesto que ellos aseguran que también los neófilos podrían buscar esta misma sensación en la comida, en la ropa y en el arte. Es así como han colocado de ejemplo al pintor Pablo Picasso, considerado “neófilo” por su afán de defender los procesos de cambio y dar lugar al progreso. A este tipo de neófilo se le llama: neófilo puro.

En este punto, es pertinente aclarar que aunque la neofilia se presente con mayor frecuencia en el ámbito de la tecnología, también existe este problema de conducta en el campo gastronómico y en el universo de la moda. 

Con relación a sus causas, recientemente, un grupo de científicos japoneses pertenecientes a la Facultad de Medicina de la Universidad Yamagata, determinaron que las diversidades genéticas entre los individuos también producen distintos tipos de enzimas mitocondriales, por tanto, la neofilia podría deberse a la presencia de una enzima denominada Monoamino Oxidasa A, elemento que científicamente se ha relacionado con las ganas de buscar innovaciones.

Sin embargo, no todos los estudios sugieren que la neofilia se deba exclusivamente a causas genéticas, otros expertos aseveran que los orígenes de la neofilia es producto de las variaciones en la economía, las tendencias y la cultura popular. Podríamos decir que aquí también tienen lugar conceptos como el capitalismo, el consumismo y sus variantes, ideologías que modifican el enfoque económico del individuo.

Pero, ¿Qué siente un neófilo cuando no puede conseguir su objetivo? La respuesta a esta pregunta dependerá de la gravedad o la intensidad de la neofilia en la persona, sin embargo, mencionaremos algunos de los síntomas genéricos que el neófilo puede experimentar:

En primer lugar, es muy común que se presente una fuerte dificultad para respirar, síntoma que está muy relacionado con la angustia, también podemos decir que se trata de una sensación similar a la asfixia. El individuo debe estar consciente de que estas sensaciones son experiencias exclusivamente causadas por impulsos nerviosos y no debe permitir que le domine.

Asimismo, el individuo también puede sentir fuertes dolores de pecho producto de la tensión muscular. Su efecto más inmediato es la sensación de miedo que una persona pueda tener, su efecto es muy parecido al de un ataque cardiaco, aunque no lo sea. La persona puede sentir que se está muriendo. Frente a esta situación es recomendable que el individuo respire profundamente y ejecute ejercicios de relajación, puesto que es una manera sumamente eficaz para reducir esta terrible sensación.

Por otra parte, las taquicardias o las irregularidades cardíacas también son un síntoma constante producto de la ansiedad, puesto que los niveles de adrenalina se ven alterados y esto produce que el corazón se acelere. De igual modo sucede cuando hay una disminución del ritmo cardíaco.

Otros problemas asociados son los nudos en la garganta, la palidez de la piel, la transpiración, irregularidades en la tensión, el estremecimiento, dolor en los hombros, cuello y articulaciones, el entumecimiento en la cara o la cabeza, la indigestión, irregularidades estomacales y diarrea. 

En resumen, todos estos síntomas responden a problemas asociados con los ataques de ansiedad, de modo que quien los padece no debe concentrarse en ellos, debe enfocar su atención hacia otros aspectos más útiles y positivos como la realización de actividades beneficiosas para el organismo, entre ellas: el ejercicio, los estudios y la recreación. El objetivo es que la persona ansiosa pueda escapar de la angustia que los síntomas le generan, y que a su vez, producen más ansiedad.

Finalmente ¿Qué debe hacer un neófilo? En primer lugar, debe reconocer que está padeciendo de un problema, y para ello, deben asistir al psicólogo o algún profesional de la salud mental, es importante que en las sesiones con el psicólogo el paciente sea totalmente honesto.

Luego, deberá poner en práctica técnicas que le ayuden a combatir la neofilia, entre ellas, actividades que le motiven a bajar el nivel de ansiedad como el ejercicio físico, crear hábitos de sueño y de alimentación para llevar una vida más ordenada y saludable, practicar la “desaceleración” que es el abandono del mal hábito de forma gradual, someterse a técnicas de relajación (correcta respiración), ayuda farmacológica como sedantes y ansiolíticos, activar la actividad social de forma adecuada (organizando salidas con familiares, amigos o compañeros del trabajo), planificar las actividades cotidianas, reactivar la sexualidad y repetir autoafirmaciones para seguir adelante en el tratamiento.

 



Autor: © PSIGUIDE