Gamofobia: Miedo al matrimonio

La gamofobia se entiende como un miedo implacable, persistente, y desproporcionado ante la alianza conyugal y la vida familiar. En esta psicopatología la persona pretende evadir o escapar de cualquier estímulo (simbólico, virtual, o real) asociado al vínculo matrimonial. De acuerdo a recientes investigaciones, la gamofobia puede estar asociada a factores tales como: la predisposición psicológica, los problemas de apego familiar, la susceptibilidad biológica al estrés, las tendencias individualistas, y los condicionamientos sociales contemporáneos. Es de acotar que, el temor irracional hacia el matrimonio se presenta con más frecuencia en el género femenino. 

gamofobia es el miedo al matrimonio

Entre las principales características de la Gamofobia se encuentran:

- Percepción distorsionada del vínculo matrimonial. Los gamofóbicos tienden a percibir y evaluar de forma negativa la alianza conyugal. Entre los miedos más frecuentes de los pacientes se encuentran: la pérdida de libertad, el menoscabo de la autonomía, la monogamia, las responsabilidades maritales, y el eventual establecimiento de una familia. Quienes sufren esta fobia están convencidos de que el matrimonio desmejorará su calidad de vida, alejándolos de su zona de confort y tranquilidad.      

- Los sujetos reaccionan de forma desproporcionada ante la idea de casarse. Aunque no existe un patrón específico es probable que los afectados se comporten de forma errática y, presenten respuestas emocionales intensas.     

- Los gamofóbicos no están en capacidad de justificar sus comportamientos. Usualmente, los pacientes reconocen que su miedo es excesivo y, su conducta es desadaptada. No obstante, carecen de los recursos de afrontamiento para lidiar con los estímulos que desencadenan su fobia.   

- Presentan comportamientos de evitación. Quienes padecen esta enfermedad tienden a evadir situaciones relacionadas con la fuente de su miedo. Es de resaltar que, cuando una persona gamofóbica confronta su trastorno puede sufrir crisis de angustia e incluso experimentar pánico.  

- El miedo irracional al matrimonio genera malestares medicamente significativos. Normalmente, los sujetos experimentan una serie de reacciones fisiológicas, cognitivas, y emocionales que pueden afectar su estado de salud.

-El individuo no se siente en control de la situación conyugal. Las personas con este trastorno suelen experimentar una ansiedad abrumadora e incapacitante. De hecho, se sienten incompetentes de mantener el control sobre el casamiento, y sus posibles consecuencias.

- La Gamofobia suele persistir a lo largo del tiempo. Si el afectado no recibe la orientación psicológica adecuada puede que jamás supere este trastorno. Curiosamente, se ha demostrado que la principal dificultad médica para afrontar esta patología, es el desconocimiento de la enfermedad. Muchos individuos gamofóbicos asumen que no existe un tratamiento apropiado para afrontar este temor tan particular. No obstante, existe suficiente evidencia médica que comprueba la efectividad de las terapias psicológicas en el área.    

Causas de la Gamofobia

Modelo Parental: La fobia al matrimonio puede vincularse a traumas generados en el seno del hogar durante la infancia o la adolescencia. En este sentido, los desajustes maritales, la separación de la pareja, el divorcio, la hostilidad y la agresión entre los cónyuges pueden generar importantes consecuencias psicológicas en los niños. Según psicólogos y psicoterapeutas la exposición de los infantes a conflictos interparentales suele ser un poderoso antecedente relacionado a la gamofobia. Cuando se procede de un hogar disfuncional en el que matrimonio resultó una experiencia traumática, el sujeto en cuestión tendrá muchas dudas acerca de casarse. Y es que, un niño que crece con un modelo parental negativo puede desarrollar perturbaciones agudas, tales como: apatía, decepción, depresión, frustración, desilusión, descontento, desórdenes afectivos, y fobias que pueden perdurar toda su vida.

Noviazgos previos: Sucede que cuando se han tenido relaciones amorosas complicadas o dañinas, es probable que se genere cierta aversión hacia el compromiso matrimonial. Debido al impacto de las experiencias negativas, muchos sujetos evitan involucrarse en relaciones formales. La persona que ha sido lastimada o engañada por su compañero sentimental intentará evitar situaciones similares. De manera que, en muchos casos el anclaje al pasado (experiencias previas) invalida la posibilidad de un matrimonio.

Baja Autoestima: Los individuos que padecen de problemas de valoración personal experimentan sensaciones de: inseguridad, torpeza, pusilanimidad, y evitación, por lo que suelen tener dificultades frente a situaciones que implican compromiso o responsabilidad. Además, se ha demostrado que la baja autoestima puede distorsionar la percepción del sujeto acerca del vínculo matrimonial, considerándolo como algo negativo.

Tendencia al individualismo: Diferentes investigaciones sociológicas han señalado que durante las últimas décadas se ha experimentado una profunda transformación social, caracterizada por el individualismo. Se trata de sujetos autosuficientes e independientes que buscan satisfacer sus objetivos personales sin desear estar en pareja, o contraer matrimonio. Los individualistas persiguen  metas profesionales, fama, status, estabilidad económica, viajes, entre otros. Cada vez es más evidente que las nuevas generaciones anteponen los logros particulares a las uniones matrimoniales, asumiendo que esta clase de compromiso perjudica la realización personal.

Reacios a crecer: Existen muchos adultos que se desentienden del compromiso matrimonial ya que prefieren vivir atrapados en la niñez o en la adolescencia. Son hombres y mujeres narcisistas que presentan un desfase patológico alarmante entre su edad y su madurez emocional. Estos adultos se sienten como infantes y buscan permanecer sin restricciones, ni responsabilidades. Se trata de personas que pretenden vivir una juventud “eterna”. Normalmente, se concentran en sí mismos. Piden y exigen, más sin embargo, no son recíprocos. Su marcada inmadurez emocional, incide de forma negativa en sus relaciones amorosas. Son individuos que buscan el placer inmediato y efímero, por lo que se niegan a asumir el rol de cónyuge, y mucho menos de progenitor.  

Problemas de apego: En ocasiones, el apego hacia la familia de origen es tan arraigado que puede generar complicaciones en la conformación de un vínculo nupcial. Usualmente, los hijos de padres posesivos encuentran extremadamente difícil alejarse de su hogar, esto, debido a la relación patológica y esclavizante de la dinámica familiar; Cuando los padres sobreprotegen, dominan o manipulan a sus descendientes afectan sus capacidades y su autoestima, por lo que los hijos crecen siendo emocionalmente dependientes, inseguros e incapaces de valerse por sí mismos. De este modo, un sujeto con problemas de apego puede sentirse incompetente para afrontar los retos del casamiento.

Síntomas de la Gamofobia

Los sujetos que padecen Gamofobia tienden a sentir una exacerbada ansiedad ante la idea de comprometerse formalmente por el resto de su vida. A partir de allí, pueden experimentar las siguientes manifestaciones fisiológicas: a) Dificultad respiratoria, b) Sudoración excesiva e injustificada, c)Temblores, d) Escalofríos, e) Náuseas, f) Sensación de atragantamiento, g) Desvanecimientos, h) Padecimientos del tórax, i) Contracciones y problemas estomacales, j) Mareos, k), Tensión muscular, l) Ataques de pánico, m) Aturdimientos, n) Elevación de la tensión arterial, o) Palidez, entre otros. 

el gamofóbico tiene miedo al compromiso nupcial

A nivel cognitivo, se trata de individuos especialmente vulnerables que padecen de una especie de caos emocional ante la idea de contraer nupcias. Al respecto, el paciente suele desarrollar una serie de creencias negativas y desadaptadas que interfieren en la formalización de la pareja. Una vez que el sujeto gamofóbico siente la presión del compromiso suele sentirse confundido sobre sus prioridades, metas, y propósitos.

Tratamiento Psicológico

Terapia de Exposición: 

Hasta el momento la terapia de exposición ha resultado especialmente útil en el tratamiento de la Gamofobia. Este procedimiento basado en el principio de “contracondicionamiento” pretende que el paciente establezca el control sobre los estímulos ansiógenos y las respuestas de escape que experimenta. Entre los propósitos de la Terapia de Exposición se encuentran: a) Disminución o extinción de conductas fóbicas o de evitación relacionadas al matrimonio, b) Habituación fisiológica y emocional al estímulo temido (Manejo de la ansiedad), c) Reducción de los pensamientos y creencias negativas asociadas al casamiento, d) Reestructuración de las interpretaciones amenazantes, e) Adecuación del procesamiento emocional (Cambio cognitivo sobre las nupcias), f) Conciliación y superación de los miedos irracionales. 

Fases del Tratamiento

Para iniciar el terapeuta realiza una entrevista diagnóstica que permite evaluar la condición general del paciente. Con este instrumento se busca obtener información acerca de: a) La historia personal: Antecedentes médicos del sujeto, Vulnerabilidad biológica al estrés, Nivel de susceptibilidad psicológica (Sensación de que la situación temida es incontrolable), Historia familiar, Autoestima, Relaciones interpersonales; b) Estímulos evocadores: Factores internos y externos relacionados a la gamofobia; c) Interferencias del trastorno: Consecuencias que ha generado el problema en la vida del tratado; d) Condiciones que agravan o disminuyen la fobia a contraer matrimonio, f) Recursos de Afrontamiento y limitaciones del individuo; g) Expectativas del tratamiento. 

Seguidamente, el psicólogo debe determinar si el paciente posee la capacidad de imaginar y formar escenas mentales relacionadas al matrimonio. En esta terapia, la imaginación resulta de fundamental importancia. En este sentido, el sujeto debe contar con la habilidad de recrear con claridad y pertinencia escenas, sensaciones, escenarios, sonidos, vinculados al casamiento. Es de acotar que si el paciente tiene problemas para crear representaciones mentales tendrá que recibir un entrenamiento especial a fin desarrollar esta habilidad. De persistir la dificultad, el terapeuta puede  implementar dispositivos tecnológicos (Imágenes por  computador, videos, fotografías, diapositivas, e incluso realidad virtual) para mostrar los factores ansiógenos que desencadenan el miedo irracional al casamiento.  

Durante esta terapia también se adiestra al paciente con el método de relajación muscular profunda orientado a serenar y tranquilizar el organismo. Con esta estrategia se procura que el sujeto gamofóbico sea capaz de confrontar e inhibir las respuestas desadaptadas que experimenta. Al respecto, se ha demostrado que el aflojamiento y la distención de los músculos contribuyen tanto en el manejo voluntario de las emociones, como en la autorregulación del individuo.

Entonces, el paciente y el psicólogo desarrollan una lista de estímulos evocadores relacionados a la fobia de contraer matrimonio (Construcción de jerarquía). En este caso, se le pide al individuo que asigne una evaluación específica y realista de las circunstancias que sobregiran sus capacidades. En otras palabras, el terapeuta le pide al paciente que considere todas las situaciones, los recuerdos, las creencias, y las cogniciones negativas que contribuyen al mantenimiento de la gamofobia. De allí, se crea una escala de los factores ansiógenos, partiendo del ítem menos significativo hasta el que genera mayor desasosiego y sobresalto. El objetivo de crear una lista de jerarquías es realizar una exposición gradual y pertinente de los estímulos que generan el trastorno.

En la próxima fase, el psicólogo estimula al paciente a que imagine escenas específicas relacionadas a su gamofobia. La idea es que la representación mental sea tan realista que provoque la reacción desadaptada que desea superar la persona. Para esto, el terapeuta atenderá la construcción de jerarquías antes establecida, y describirá vívidamente el aspecto matrimonial que genera la aversión. Tan pronto el sujeto haya alcanzado un estado de ansiedad, se le instruirá a que concentre su atención en el método de relajación muscular profunda, esto, para que el individuo se mantenga en la escena imaginada y logre dominar la tensión que experimenta. La exposición imaginaria se debe repetir hasta que el paciente deje de sentir nerviosismo, o miedo delirante ante la idea de casarse. Normalmente, se logran avances significativos en la terapia al presentar el estímulo fóbico dos o tres veces continuas.

En algunos casos, el psicólogo optará por realizar una Exposición en Vivo. En ésta se expone a la persona a situaciones reales vinculadas con el matrimonio (Asistir a bodas, ensayos de casamientos, cursos pre-matrimoniales, entre otros). El sujeto se compromete con el especialista a que se mantendrá ante el estímulo causante de su gamofobia hasta que la ansiedad disminuya. Los primeros acercamientos tienden a ser breves e incómodos. Sin embargo, el uso de la técnica de la relajación muscular permitirá que el sujeto pueda permanecer durante períodos de tiempo más prolongados, ganando control de la experiencia. Una de las condiciones indispensables para aplicar esta técnica, es que el paciente no escape durante el procedimiento. Si el individuo no logra contenerse y abandona la exposición el tratamiento fracasará por completo. Es importante resaltar, sólo se puede concluir esta terapia una vez que la ansiedad se haya reducido entre 45% y 55%. 

Para reforzar las habilidades de afrontamiento del sujeto gamofóbico, el especialista además suministra la información más completa y exacta acerca del trastorno que está sufriendo. En este sentido, se explica la naturaleza, las causas, los reforzadores de la gamofobia, y, el propósito del tratamiento psicológico. Se mantiene la idea que, un paciente consciente de su fobia puede contribuir de manera determinante en la superación de la misma.

Terapia Cognitiva

Esta terapia pretende que la reeducación del sujeto facilite el afrontamiento de la Gamofobia. Al respecto, el psicólogo y la persona tratada forman una alianza estratégica para superar el pensamiento disfuncional asociado al matrimonio. En este caso, se busca sustituir las representaciones mentales desadaptadas  por creencias positivas y ajustadas a la realidad. El especialista ayuda al paciente a reconocer y replantear los pensamientos y estímulos fóbicos. Es importante que el individuo aprenda a identificar cuándo su miedo se torna incontrolable y qué factores intervienen, a partir de allí se trabaja para generar un cambio cognitivo significativo, que permita al sujeto superar su implacable temor al matrimonio. Es importante señalar que este tipo de enfoque terapéutico es naturaleza educativa, y, considera de especial interés el procesamiento (codificación y decodificación) de la información que realiza el individuo.      

En este sentido, es probable que el psicólogo le pida al paciente que lleve un autorregistro de pensamientos, es decir, una especie de diario descriptivo en la que el sujeto gamofóbico precise los pensamientos y las emociones que experimenta al exponerse a la fuente de fobia (Se expone el día, la situación, la reacción, la creencia). El objetivo del autorregistro es que el paciente gane conciencia de sus cogniciones negativas para que pueda reajustarlas.  

Recomendaciones psicológicas antes de casarse

Si usted se encuentra en una relación seria y está considerando contraer matrimonio debe asegurarse de comprender y estar de acuerdo con los deseos y las expectativas de su pareja. En este sentido, los futuros cónyuges necesitan desarrollar una comunicación asertiva. No basta con conversaciones idílicas, es indispensable que exista un conocimiento recíproco y auténtico del compañero sentimental. A continuación se presentan algunos temas trasversales que de acuerdo a los psicólogos se deben discutir y considerar antes deben contraer nupcias.

Motivos para la alianza conyugal. Quienes desean desposarse deben tener plena consciencia que van a adquirir un compromiso por el resto de su vida. Por tanto, es oportuno que los prometidos se pregunten ¿Por qué razones desean llegar al altar?, ¿Qué esperan obtener de la vida matrimonial? La mayoría de personas asume que estar enamorado es razón suficiente para celebrar una boda. Sin embargo, los estudios revelan que el amor romántico es tan sólo una fase eufórica e idealizadora, que no constituye plenamente la realidad conyugal. De acuerdo a numerosos estudios psicológicos, las personas que tienen la intención de casarse, deben conocerse profundamente antes de formalizar. Es importante pasar tiempo juntos y hacerse habilidosos en la resolución de conflictos.     

Propósito común de vida. Para establecer un vínculo conyugal hay que tener propósitos comunes y claros. Entre los contrayentes debe existir afinidad de metas, sueños, visiones, y ambiciones. Debido a que todo casamiento implica un compromiso decisivo, ambos deben estar de acuerdo en los asuntos esenciales para la convivencia y el futuro de la relación. Los valores morales, las creencias religiosas, y los intereses intelectuales también juegan un papel relevante. 

Habilidades Sociales. Las habilidades de comunicación facilitan los procesos de integración de la pareja. Al respecto, los prometidos deben sentirse cómodos y confiados para expresar libremente sus sentimientos y opiniones. Antes de casarse las personas deben evaluar si pueden conversar y comunicarse satisfactoriamente. En este sentido, los terapeutas sostienen que los individuos deben reforzar su capacidad de aserción negativa (habilidad de defender su punto de vista sin afectar al compañero), y, su capacidad de aserción positiva (habilidad de reconocer los logros positivos, de expresar aprecio, y de manifestar admiración).

Reciprocidad en el amor. El amor en los futuros esponsales debe ser recíproco, benevolente y auténtico. Las personas no deben casarse si no existe mutua correspondencia en sus afectos. Y es que el bienestar de la pareja depende considerablemente de la afectividad y el interés que tengan el uno por el otro (Gestos cariñosos y considerados, atenciones, compañía, apoyo). El problema se presenta cuando la gente asume que el matrimonio es una forma de resolver la apatía, la desidia, o el desamor del compañero. Es de resaltar que, la alianza conyugal no es la solución a los problemas que se acarrean durante el noviazgo.

Roles conyugales. Tanto el hombre como la mujer deben definir los quehaceres y las funciones que han de cumplir una vez que se hayan casado. De este modo, distribuirán los actos de servicio, los oficios, las obligaciones, y los derechos de cada uno. Es fundamental que el sujeto conozca las expectativas de su pareja, y que ambos asuman responsablemente el papel que han acordado.     

Valores sexuales y sensualidad. Toda pareja debe desarrollar una orientación cognitiva, moral y somática de su sexualidad. En este sentido, es pertinente que los prometidos establezcan claramente  sus creencias y preferencias en esta área, considerando que la intimidad debe ser consciente, adecuada, y placentera para ambos. Según estudios recientes, las parejas jóvenes tienden a priorizar el valor de la sexualidad. Sin embargo, se ha demostrado que el funcionamiento armónico de un matrimonio no depende únicamente de la compatibilidad erótica.  



Autor: © PSIGUIDE